OPINIÓN AMFAR
Imagen Colaborador
Por las mujeres profesionales
09/07/2010 FRANCISCO CHAN (Colaborador habitual de publicaciones cinegéticas)
No sé si las mujeres son más inteligentes porque son más sensibles, o si son más sensibles porque son más inteligentes. De lo que si estoy seguro es que son más inteligentes y más sensibles que nosotros". Esta frase, tremendamente contundente, se la escuchamos, una vez, a una persona cuya capacidad intelectual está fuera de toda duda. Su nombre es lo de menos, aunque es muy “famoso", pero para nosotros lo realmente importante es que era hombre y jefe, como quienes reflexionamos en este artículo. Esa frase dicha en un foro de “mujeres" puede sonar a aquello que dicen las Misses en los certámenes de belleza: “…¡¡¡Y la Paz en el Mundo!!!", pero aún así, y sobre todo, si lo repetimos fuera y a menudo, no deja de ser una forma de reconocimiento mayúsculo a su labor, dentro y fuera de la empresa, y por lo tanto, de extrema justicia. Hace unos días tuvimos la ocasión de disfrutar de una jornada de trabajo con APD - Castilla La Mancha (Asociación para el Progreso de la Dirección) y AMFAR (Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural). Se trataba de una reunión de más de 40 mujeres directivas adscritas a la Delegación de Ciudad Real que nos dieron ejemplo de cómo ser unas excelentes profesionales, al frente de sus respectivas empresas y, además, compatibilizándolo (como siempre) con una estresante conciliación de sus vidas como esposas, madres, e incluso, abuelas. Si, en efecto, eso que siempre han hecho las mujeres trabajadoras de ser expertas "de todo y para todo", y que nuestras madres o abuelas, lo hacían con rutinaria facilidad y que, ahora, las perversiones del lenguaje y algún ministerio tan innecesario como “ligero en su actuación", han definido como conciliación. Con la ayuda de Javier Morales de APD, y de Lola Merino de AMFAR, revisamos todos los parámetros para Liderar el Futuro, sin olvidarnos del agobiante presente. Hicimos un viaje de 360º a través de la Comunicación como herramienta fundamental y transversal a la vida, por lo tanto, a las personas, y evidentemente, a los negocios, que todavía hacemos “seres humanos", por increíble que parezca viendo algunos comportamientos. Es curioso como desde la más absoluta naturalidad, LÍDERES, con mayúsculas, como las que tuvimos en nuestra reunión intentaban “ver las cosas desde otra perspectiva" para tener más y mejor información a la hora de tomar decisiones. Ese trabajo, esa actividad, que siempre imaginamos lleno de glamour, de tacones de aguja y despachos enmoquetados, nos mostraba su cara más honesta y más comprometida con un grupo de profesionales (mujeres) que estaban poniéndole nombre “marketiniano" a lo que ellas hacen todos los días, por sentido común y casi generación espontánea: “Las cosas se hacen así, porque así hay que hacerse para que salgan bien". Cuando íbamos desgranando nuestras herramientas de liderazgo, desde la revisión personal, desde la del equipo de colaboradores, e incluso, desde la perspectiva de todos los agentes que intervienen en el negocio (clientes, y proveedores (=los grandes olvidados)), nuestras directivas nos confirmaban su atención a esos parámetros, en todo momento: “… es que no hay otra forma de hacerlo, y lo que pasa es que el día a día, a veces, nos aleja de eso… Bueno, nos aleja, ¡¡¡no!!!, les aleja a los que pueden permitirse alejarse de eso…" Si a nuestros líderes (=los oficiales, esos que dicen que les hemos elegido ¿?), les pedimos capacidad de visión, de sacrificio, de ser ejemplos de motivación, control, valores, y un largo etcétera… a estas mujeres no es necesario recordárselo, pues ellas son modelo de algo mucho más que un líder en sus organizaciones, personales y profesionales. Ellas son líderes desde el corazón. Sí, eso que se dice pronto, y puede sonar a “impostura" para quedar bien, pero que ellas hacen todos los días, en cada minuto de su vida personal y profesional: líderes desde el corazón, que es tanto como decir responsables de calidad de sus vidas y de la de muchas otras personas, como ejemplo de sacrificio, talento y visión, o sea, compromiso. Ese es el modelo de liderazgo de las mujeres de AMFAR, y estamos seguros, del de muchas mujeres que sin necesidad de que un cargo debajo de su nombre en una tarjeta de visita se lo reconozca, cada día, de manera natural, lideran su vida y la de otros (=familia y lo que no es familia), y lo hacen desde el corazón. Cuando estudiábamos el Código Civil, de jóvenes, nos hicieron aprender la famosa expresión de “… con la diligencia propia de un buen padre de familia". No seremos nosotros quienes digamos lo contrario, pero nos gustaría introducir el matiz que nos dan estas mujeres, nos encantaría incorporar su ejemplo desde el corazón que es tanto como bautizar su trayectoria como un liderazgo senti+mental… Sí, no piensen que es una errata. Proponemos un liderazgo senti (desde el corazón) y mental (desde la razón), que fue el ejemplo que nos mostraron nuestras directivas de AMFAR, ése que como recogió la famosa bebida de refrescos de la “chispa de la vida", convertía a una madre en un “todolopuede" que incluso, convenció a su hijo adolescente que comer verduras le pondría los ojos verdes… Con la que está cayendo, necesitamos ese tipo de líderes desinteresados, talentosos, esforzados, imaginativos, amables pero exigentes, y sobre todo, y por encima de todo, comprometidos con lo que le dicta su corazón. Nuestras lideresas (=que diría Viviana) nos deberían espabilar a los que pensando que lo sabemos todo, hace tiempo que nos olvidamos de lo primero: el corazón, o sea, el sentimiento de hacer lo que hay que hacer. ¿Nos ilusionamos, por favor? (Continuará...) Artículo publicado en el Diario de Alcalá
LEER MÁS
Imagen Colaborador
Ángeles caídos y demonios laureados
04/06/2010 FRANCISCO CHAN (Colaborador habitual de publicaciones cinegéticas)
En esta sociedad de lo inmediato, de la noticia a golpe de titular amarillista y de caducidad láctea, se provoca las más de las veces una anestesia social que nos hace relativizar todo, lo superfluo por descontado. Pero también se hace con el cogollo del pensamiento y de la razón, es decir… con lo importante. Alrededor de esta decadencia moral donde se confunden los derechos humanos, con los derecho del hombre y del ciudadano, ¡que no es lo mismo!, viven esa trama de asalariados de la prédica del fin del mundo. Ya he reflexionado sobre ello en alguna ocasión. Retomo pues el hilo, a partir de las sabias palabras que el naturalista y divulgador canario Antonio Cardona pronunció en una de las conferencias de esta pasada edición de Periodipesca en Rodeiro, Pontevedra. Este luchador por lo natural ha hecho despertar en mí la necesidad de retomar su mensaje y hacerlo patrimonio de quienes pretendan ejercer el sentido común. Dijo él… «¿Qué ha sido del agujero de ozono? Ya nadie habla de él. Pasa que se arregló solito. Cuántos y cuanto han ganado muchos predicadores del fin del mundo con ello». Y digo yo… ¿Qué ha pasado con el despilfarro de la gripe A? ¿Qué pasa con las emisiones de CO2 y de azufre del impronunciable volcán irlandés?… Con la inyección de fondos públicos a los bancos se podría haber acabado con el hambre en el mundo. Pero no, eso no parece importar. Existen en esta sociedad ciertos demonios laureados, libadores de la subvención de turno, que priorizarán la salvación del sapo gorgorito, antes que la muerte de millones de seres humanos hundidos en la pobreza. Si estos grupitos protestasen contra la construcción de una presa en la Amazonía, lo harían por preservar el hábitat de cualquier bichejo, olvidándose del genocidio humano y cultural que significaría la desaparición de diversas etnias y tribus, compuestas por seres humanos condenadas por la inundación. Estos Ángeles de la Amazonia, caídos en el olvido de la opulencia occidental, no parecen importarles a estas sectas de Algorianos del Fin de los Últimos Días. Para ellos es más importante el patético cruce de responsabilidades por la muerte de un cachorro durante un desfile de moda canina, que hacer frente a la opresión y al ataque que contra la salud y la dignidad de la mujer, se perpetra cada vez que desfilan en esas mismas pasarelas unas pobres chicas desnutridas, para mayor gloria de la dictadura de la moda. Cardona compartió atril con Lola Merino, la presidenta de AMFAR, la Federación de Mujeres y Familias de Ámbito Rural. Lola Merino me hizo ver y reflexionar con su alocución, además de con la agradable tertulia de los días siguientes. Me hizo entender que la mujer tiene la llave del futuro, dentro del contexto de la defensa de una naturaleza viva, de la caza y de las vitales tradiciones rurales Las hijas de la Madre Tierra tienen sobre sus hombros las mismas cargas que siempre han soportado. Es en el ámbito rural, donde esa carga se acrecienta, es allí donde ellas son el centro de la actividad social, económica y ecológica. Son ellas, las mujeres del rural las que tienen la llave de futuro de la sostenibilidad. Sobre ellas recaen las responsabilidades de la casa, los hijos, los ganados, las plantaciones e incluso la gestión administrativa, pues el hombre suele buscarse en muchos casos los garbanzos en otras profesiones, porque el campo ya no es rentable, ni suficiente para mantener a una familia. Es ahí donde sería de esperar que las políticas de igualdad se materializasen, pero todo se queda en discursitos de bajo nivel oratorio, nulo compromiso y mucha posturita de perfil para lucir el pañuelo palestino. Es en el fomento de las políticas de apoyo a la mujer del rural en donde podremos encontrar la solución a los problemas de despoblación del campo. Éste sigue siendo lo que es, gracias a esas valientes resistentes de una economía de subsistencia, donde no solamente consiguen hacer perdurar una cultura enraizada en la memoria de los tiempos, sino que además están garantizando un futuro de equilibrio ecológico. Son ellas la principal barrera real contra la ruina de despoblación humana del campo y su desertización física. Veo en estas mujeres del rural la valentía, la resistencia y la determinación de un mundo cierto y cercano a la naturaleza, que espera su final con la gallardía del sitiado dispuesto a vender su vida, ya falto de cartuchos, a bayoneta calada si fuese preciso. Me pregunto si existirá diferencia entre aquellas tribus amazónicas amenazadas por la inundación de una presa en la selva y el abandono que de nuestro rural están haciendo nuestras clases dirigentes. Pienso que no, ambos sólo son dos ejemplos claros de ángeles caídos que han dejado de ser interesantes para el poder; al cual sólo le interesa la concentración de votos de las grandes urbes apapanatadas de sí mismas.
LEER MÁS