OPINIÓN AMFAR
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Hay que lograr la igualdad porque tenemos los mismos derechos
09/03/2018 MARíA TERESA RESINA (Presidenta de AMFAR Ávila)

Mañana, 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, es una fecha clave para alzar la voz de las féminas en el medio rural. Como presidenta de AMFAR-Ávila pido respaldo económico y social para las mujeres. Creo, no obstante, que cualquier tipo de huelga feminista no ayuda lo suficiente y puede crear una brecha entre las propias mujeres, aún así respeto a todas y cada una de las personas que decidan acudir a las movilizaciones.

Más allá de los discursos que se puedan escuchar estos días, lo que se necesitan son medidas reales y eficaces que acaben con las desigualdades laborales entre hombres y mujeres, desempeñando estos las mismas funciones y recibiendo menor retribución económica éstas últimas. Si la desigualdad laboral entre hombres y mujeres está ya bastante marcada, esta diferencia es aún mayor en el caso de la mujer rural. El mercado laboral de los pueblos se caracteriza por una baja tasa de empleo, que se acentúa en el caso de las mujeres. Cientos de contratos femeninos son a jornada parcial. A esto se suma otra doble brecha laboral, porque las mujeres rurales suelen tener trabajos en los que las oportunidades de formación y de carrera profesional son más limitadas.

Hay que recordar el importante papel y el protagonismo que merece tener la mujer en el desarrollo local y el mantenimiento de la vida en el territorio. Es vital que, por ejemplo los jóvenes se vean respaldados para incorporarse al sector agroganadero, porque según las últimas cifras remitidas por la administración regional, uno de cada seis ocupados en Castilla y León en el campo, es una mujer. Dos de cada tres cotizan en el régimen de autónomos y el resto son asalariadas.

Lograr que las mujeres lideren iniciativas es fundamental, pero para ello necesitan apoyo financiero, deben tener un acceso igual al crédito, algo que por desgracia no siempre es así.

Si volvemos a centrar la mirada en el mundo agrario sería conveniente que las agricultoras y ganaderas estuvieran en los foros adecuados donde se deciden las políticas rurales. Por ello también sería necesaria una implicación de las administraciones para que se promueva la participación de las mujeres en las explotaciones a través de la Titularidad Compartida, porque las cifras en nuestro territorio aún son inferiores a las de otros emplazamientos. Han de ofrecerse incentivos, en la actualidad hay ventajas a la hora de acceder a la condición de explotación prioritaria, y trato preferente en algunas subvenciones, programas y actividades. Pero solo algunas terminan todo el proceso. No estaría de más apostar por la incorporación de la mujer al desarrollo rural y por su presencia en puestos de responsabilidad en cooperativas y organizaciones profesionales agrarias.

También abogamos desde la federación de mujeres y familias del ámbito rural por una mayor conciliación de la vida familiar y laboral, porque son ellas las que suelen encargarse de cuidar a los dependientes, a los niños y también contribuyen con el trabajo en las explotaciones.

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Por la mujer rural, sin excusas
09/03/2012 MARíA TERESA RESINA (Presidenta de AMFAR Ávila)
Las mujeres corremos el riesgo de ser invisibles, siluetas oscuras a la sombra de una mentalidad arcaica. Me refiero a las injusticias pendientes que tienen nombres como brecha salarial y discriminación, y a lacras como la violencia machista y desigualdad. Una situación que nos mantiene en estado de permanente alerta, de reivindicación constante para hacernos valer. Y así queremos expresarlo y lo expresamos en el Día Internacional de la Mujer. Echando la vista atrás, son muchas las batallas ganadas; la relevancia en la vida pública además de en el ámbito privado, la presencia cada vez más frecuente en los ámbitos empresarial y político… la evolución en las últimas décadas ha sido pasmosa. El último hito es la Ley de Titularidad Compartida aprobada el año pasado, que a pesar de no ser suficiente, es un avance más hacia la consecución de la igualdad. Hemos dado un paso de gigante, pero desde aquí reclamamos que la tremenda crisis económica que padecemos no haga mella en el camino que la ciudadanía en general ha comenzado hace años. El modelo comenzado a seguir debe ser mejorado, desde la exigencia de que así sea por parte de todas las Administraciones competentes. Sin medias tintas, con un apoyo decidido a la mujer y con ella a toda la sociedad. Un modelo que reconozca en una visión global el papel que a la mujer le corresponde en la sociedad, y en lo particular el que cada una de las miles de mujeres de la provincia quiera desempeñar. No miremos para otro lado, achacando a las dificultades económicas lo que en realidad esconde la falta de voluntad política. Requerimos el compromiso firme de las instituciones para que las acciones que fomentan la igualdad a nivel provincial y regional no desaparezcan, teniendo en cuenta que las mujeres del ámbito rural sufren una doble discriminación por habitar en pequeños municipios con muchas menos oportunidades que en el medio urbano, sin infraestructuras de comunicación ni telecomunicaciones. Una realidad que existe y ante la que las mujeres rurales pedimos apoyo para, además, seguir manteniendo la vida en nuestros pueblos. Ojalá llegue el día en que no existan ‘Días Internacionales’, porque significará que la sociedad se ha ganado los calificativos de avanzada y justa. Hasta entonces, aquí estamos para seguir recordándolo, y trabajando en pro de su consecución. No podría ser de otra manera. Llevamos en nuestro ADN la defensa de las mujeres y familias del ámbito rural.
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Por la igualdad real
17/10/2011 MARíA TERESA RESINA (Presidenta de AMFAR Ávila)
Un avance para la mujer rural, pero no la mejora definitiva que seguimos esperando. La Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados, reconoce al fin el trabajo invisible que un vasto colectivo venía ejerciendo en los pueblos de nuestra provincia desde siempre, por lo que inequívocamente favorece la igualdad efectiva de género en el medio rural, con la mujer como eje central en torno a la que se articulan las propuestas, lo que desde luego ni siquiera contempla la propuesta de reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) presentada por la Comisión Europea. Una PAC excluyente que aleja y desatiende a las mujeres rurales, y que además potencia explotaciones alejadas de la competitividad, con medidas como el ‘reverdecimiento’ de las ayudas, lo que es igual a más gastos para la explotación agrícola o ganadera, y de la productividad y eficacia, ya que penaliza a los cultivos más productivos. Una PAC verde y alejada del modelo de agricultor activo, una PAC que ignora a las mujeres y por tanto al aspecto clave y generador de riqueza y vida en el mundo rural. No seamos complacientes, no pensemos que está todo hecho. Para empezar, la Ley de Titularidad Compartida, una vez que al fin es una realidad, no puede quedarse en papel mojado, en un mero registro elaborado a base de nombres y apellidos. Son necesarios más incentivos económicos para que la mujer que habita en los pueblos de nuestra provincia pueda permanecer definitivamente, generar riqueza y evitar la despoblación, uno de los grandes males de nuestros municipios en el Siglo XXI. El paso definitivo son las ayudas reales, la rebaja de impuestos para facilitar la incorporación de la mujer a la actividad económica rural, evitar la emigración y que incluso anime a los jóvenes a retornar a sus pueblos de origen. Más allá de generalidades, exigimos la aplicación de la discriminación positiva para que cualquier mujer, independientemente de su edad y del tiempo cotizado, pueda acceder a la jubilación, de tal manera que incluso cuando la trabajadora no haya cotizado el periodo mínimo exigido, éste debe ser complementado por el Gobierno español, con el fin de corregir esta injusticia histórica. No necesitamos palabras de aliento ni miradas condescendientes. Queremos actuaciones eficaces con medidas reales para que la mujer rural tenga similares oportunidades a la del entorno urbano. Pedimos a los partidos políticos que concurren a las elecciones del 20-N visión de futuro para que incluyan en sus programas y después lleven a la práctica actuaciones de apoyo a la mujer rural. Sin mujeres el medio rural estará agotado. Con ellas los pueblos tienen la oportunidad de recuperar su esplendor pasado.
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Amfar Ávila apoya la Jornada Mundial por la Vida
25/03/2010 MARíA TERESA RESINA (Presidenta de AMFAR Ávila)
Tras el apoyo valiente y decidido, que la Organización del Medio Rural ASAJA-Ávila, a través de la intervención de su máximo responsable en Ávila –Joaquín Antonio Pino–, y la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural de Ávila, AMFAR, el pasado 7 de marzo en la concentración en la Plaza de Santa Teresa de Ávila por el Derecho a la Vida, nuevamente AMFAR festeja esta Jornada Mundial por la Vida. Para AMFAR el Derecho a la Vida es irrenunciable y está en nuestras manos el poder frenar y derogar esta nueva Ley del Aborto que quita la Vida diariamente a miles de seres humanos. Para AMFAR la defensa de la Vida es una tarea de todos, y de todos los días, una tarea en la que nadie debe escatimar esfuerzos ni debe avergonzarse por defender a los más indefensos, a aquellos que no se pueden defender y expresarse. La Vida es el bien y el don más preciado, es un regalo y un valor que la mujer tiene y que no estamos dispuestas a que nadie nos lo robe tratando de confundir a la sociedad e inculcando una cultura asesina, una cultura de la muerte que tratan de “vender” como normal cuando, sencillamente, se están sesgando vidas humanas. AMFAR, frente a esa cultura de la muerte, exige a las distintas administraciones, locales, regionales y nacional que no escatime esfuerzos y recursos humanos y económicos para apoyar a las mujeres que van a ser madres y se encuentran en alguna situación de dificultad. La maternidad es lo más grande para una mujer, el nacimiento de un hijo y la creación de Vida es algo que no se puede comparar con nada, por eso las mujeres de AMFAR queremos gobiernos que se comprometan de verdad con nosotras, que se comprometan con la vida y que en ello empeñen sus recursos, y no lo hagan apoyando a las clínicas abortistas que representan los intereses económicos de unos pocos que cimientan su negocio en eliminar la Vida a indefensos, a aquellos que no se pueden defender, algo que no tiene justificación. Por ello, AMFAR anima en este día que celebramos la Jornada Mundial por la Vida a todas las mujeres y hombres de bien a luchar por la Vida con todas sus fuerzas, porque la defensa de la Vida es una tarea de todos, y de todos los días. Los más indefensos, los más vulnerables nos necesitan más que nunca, de verdad que vale la pena. La Vida de miles de seres humanos está en nuestras manos, está en manos de toda la sociedad. Se valiente y apuesta por la vida como lo hace AMFAR, contamos contigo.
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