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07/02/2019
Las consecuencias de la despoblación, a debate en la asamblea de AMFAR Chillón
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Mujeres rurales de AMFAR Chillón (Ciudad Real), se dieron cita en una Asamblea anual para manifestar su preocupación ante las dificultades a las que se enfrentan para continuar residiendo en su municipio. Dificultades, apuntan, que son consecuencia del fenómeno de la despoblación, y que les priva paulatinamente de servicios esenciales para mantener cualquier actividad en el mundo rural.

 

Este encuentro estuvo encabezado por la presidenta nacional de AMFAR, Lola Merino, y por la delegada local de la entidad en Chillón, Lola Callejo. Que la banda ancha de internet sólo llegue al 21% del mundo rural español constituye uno de los grandes hándicaps para impulsar el emprendimiento en pequeños municipios, y por tanto, un obstáculo más para fijar población. “No podemos pedir a nuestros hijos que se queden en el pueblo a trabajar, si la conexión a internet no les permite comunicarse con el exterior”, apunta una de las asistentes.

 

Luchar contra la “España vacía” pasa entre otros asuntos, por digitalizar el mundo rural. Datos recientes ponen de manifiesto que España ocupa, en cuanto a desarrollo digital un buen puesto en el conjunto de la UE, ya que un 71% de su población tiene acceso a banda ancha de internet. Sin embargo, hay que lamentar que este alto porcentaje descienda hasta el 21% en el medio rural.

 

Existen otras carencias, indican, como la escasez de infraestructuras, carreteras, medios de transporte, servicios sociales y asistenciales, etcétera, que empeoran aún más esta situación. Desde AMFAR, señala Merino, tenemos claro que “las mujeres rurales son claves para combatir la despoblación, porque son la pieza angular para devolver la vida y el dinamismo a nuestra provincia y nuestra comunidad autónoma, donde más del 90% de la superficie es rural”.

 

Para ello, añade la presidenta de AMFAR, “son necesarias políticas efectivas que fijen población”. Y es ahí donde entra en juego el segundo pilar de la PAC, el que se ocupa del desarrollo rural, y que “bien aplicado, ha dicho Merino, puede  garantizar los servicios sociales, las nuevas tecnologías, la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, el empleo de calidad y la incorporación de mujeres y jóvenes a la actividad agraria y al emprendimiento, con la finalidad de crear empleo y frenar la despoblación”.

 

 

 

 

 




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