DETALLE DE NOTICIA
22/11/2012
Las agricultoras toman el relevo

Mª del Mar Ferral es candidata al premio Joven Agricultor Innovador Europeo.
A. Espejo. Diario de Jerez. La presidenta provincial de AMFAR Cádiz, la jrezana María del Mar Ferral, es candidata por España al primer premio Joven Agricultor Innovador Europeo por la adaptación de la explotación familiar de remolacha al olivar y por otro proyecto de agroturismo.
La reconversión del azúcar fue un mazazo para muchos agricultores de la campiña jerezana. Cientos de familias se vieron afectadas por el cierre de dos de las plantas azucareras que operaban a la zona, la bajada del cupo de remolacha y la caída en picado del precio de uno de los cultivos más sociales, sustento principal de muchos asentamientos de la zona rural en los que dejó un tremendo vacío que aún persiste. Bruselas, en una de sus tantas decisiones polémicas, decidió cortar de raíz la remolacha en un país deficitario en la producción de azúcar para favorecer la concentración de la actividad en otros Estados Miembros y obligar a comprar a Terceros Países en un gesto de solidaridad, como el que se echa en falta en la actual situación económica de España.
Muchos remolacheros aprovecharon las ayudas por el abandono de la actividad para retirarse; otros, apostaron por diversificar la producción y mantener la actividad agrícola heredada de generación en generación en una zona con amplia tradición agraria pese a los azotes de las sucesivas reformas de la Política Agrícola Común (PAC), la próxima ya en ciernes y sin visos de mejorar la situación.
Después de dejarse la piel en defensa del cultivo de la remolacha como miembro de la ejecutiva de Asaja-Cádiz, Luis Ferral dejó que sus hijos Luis Alexis y María del Mar cogieran el testigo de su principal explotación agrícola, una parcela en la salida de Jerez por la carretera de Trebujena en la que decidieron cambiar la remolacha por el olivar, cultivo que en su día sustituyó temporalmente al viñedo tras la aparición de la filoxera para luego caer en desuso.
Los Ferral se lanzaron hace ya cinco años y sin más colchón que la prima compensatoria de la reestructuración azucarera a una apuesta arriesgada, que ahora recibe su recompensa con la designación de María del Mar como una de los cinco candidatos españoles al primer premio europeo de Joven Agricultor Innovador, en este caso, joven agricultora.
Su candidatura es señal de la buena marcha de la actividad olivarera emprendida a través de Fersa Olivo, la sociedad que crearon los hermanos Ferral tras la plantación de las primeras 28 hectáreas de olivo, que en apenas dos años (2009) dieron la primera cosecha con unos resultados sorprendentes, en gran medida por un clima favorable.
Su salto al primer plano de la actualidad informativa agrícola tras la designación no altera la actividad diaria de María del Mar, que en estos días ha culminado con su hermano la cuarta campaña de recolección, de las más tempranas de Andalucía, donde el olivar de Cádiz es más bien testimonial frente a las grandes extensiones de terreno dedicadas a su cultivo en otras provincias como Jaén, Sevilla, Córdoba...
La candidata jerezana, que comparte la actividad agrícola con la de presidenta de la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar) y como vocal de la directiva de Asaja-Cádiz, explica que, pese a la inversión inicial de un millón de euros, hasta el momento no tiene motivo de queja de los olivos de la variedad arbequina, que explotan en régimen superintensivo y con sistema de riego mecanizado con balsa propia. "De momento, las deudas están pagadas", asegura esta agricultora que se ha convertido en todo un ejemplo del relevo generacional pese a las dificultades que tienen los jóvenes para coger el testigo, entre ellas la pérdida del 30% de las ayudas comunitarias que reciben sus progenitores como titulares de los derechos.
María del Mar y su hermano Luis Alexis siguen contando con el asesoramiento de su padre, retirado por problemas de espalda, pero cuya amplia experiencia es un seguro de vida para los dos hermanos, la primera licenciada en Relaciones Labores con un master en Agricultura, el segundo perito agrícola.
"Los agricultores tenemos fama de estar siempre llorando, pero Europa no da subvenciones por gusto, aunque sí es cierto que no siempre se han concedido con buen criterio o no ha habido un control suficiente", indica María del Mar, quien defiende, no obstante, que "la gran mayoría sí ha invertido con vistas", pues a pesar de la existencia de ´cazaayudas´, "no van a pagar siempre justos por pecadores".
Los Ferral crearon la sociedad Fersa Oliva, con sede en el Centro de Innovación y Tecnología Empresarial Agraria (Citea) del parque tecnológico, con idea de autofinanciarse, "pues el olivar carece de ayudas comunitarias" y con el bocado de casi un tercio de las ayudas por los derechos adquiridos, la denominada mochila de la PAC, es difícil que los jóvenes se animen a recoger el testigo en una actividad que exige muchas horas de dedicación y que no siempre tiene recompensa. En cuanto a la elección del Citea para la ubicación de la oficina, María del Mar cree que la elección responde a la situación privilegiada del parque tecnológico por sus buenas conexiones y a la apuesta por la innovación de Asaja-Cádiz, cuyos servicios tienen a mano en el mismo edificio a modo de ventanilla única para los empresarios del sector.
La cosecha de este año en el olivar de los Ferral acaba de terminar y ha dado algo más de medio millón de kilos, en concreto 560.000 kilos que se corresponden con 70.000 litros de aceite. "La producción la entramos a granel en una almazara cerca de Córdoba, salvo la cantidad equivalente a 6.000 litros de aceite, que reservamos para un virgen extra con el apellido de la familia que queremos sacar al mercado antes de Navidad en el canal gourmet", explica la joven agricultora y flamante candidata. De la molturación y filtrado de este último aceite se encarga una almazara de El Cuervo y actualmente están eligiendo el diseño de la botella, de 50 centilitros, ya que el recipiente escogido en primera instancia fue descatalogado. Idea de mantener producción limitada para el aceite Virgen Extra en los próximo años y hacer una colección, con una botella distinta cada nueva campaña.
La adaptación de la explotación remolachera a olivar comparte la candidatura con el proyecto agroturístico de los hermanos Ferral, iniciativa recién estrenada que tiene por escenario una finca situada en el punto más alto de Bonanza (Sanlúcar), con vistas a la desembocadura del río Guadalquivir y al coto de Doñana. "En los días claros se ve hasta la playa de Matalascañas", puntualiza María del Mar, quien detalla las características de la finca y la distribución de la casa de 700 metros que la preside, repartidos entre cinco dormitorios, tres cuartos de baño, salón comedor con chimenea, cocina, amplio jardín y piscina. Las posibilidades de turismo ecuestre, cicloturismo y senderimo completan la oferta agroturística de Finca Carranza -www.finca-carannza.com-, en la que tras las obras realizadas en la casa se estrenaron este año con tanto éxito, que ya tienen reservas para el próximo verano. "El agroturismo lo llevamos a través de otra sociedad, El Almendro, que debe su nombre a una finca de mi padre", el mismo del que heredó la pasión por el campo, al que volvió convencida tras una breve experiencia en el mundo de las relaciones laborales con estancia en el extranjero, decisión de la que no se arrepiente.
En su elección como candidata pesan dos factores, ser mujer agricultura y la innovación vinculada a sus proyectos, pero es consciente de que lo tiene difícil en la final que se celebrará en Bruselas los días 5 y 6 de diciembre.
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