DETALLE DE NOTICIA
03/01/2011
Las contrataciones de mujeres en el campo bajan un 10% y podrían seguir en descenso en 2011

Micaela Viñas es la presidenta de AMFAR Huesca.
María José Crespo. Aragondigital.es El sector agrario es uno de los más afectados por la crisis, donde la necesidad de recortar costes ha llevado a reducir la mano de obra. Las mujeres son las que más lo han notado, ya que las contrataciones han bajado un 10% a lo largo de 2010. De no conseguirse mejoras, todo apunta a que los contratos seguirán reduciéndose.
Las agricultoras aragonesas están peor ahora que hace un año, ya que cada vez son menos las que consiguen un contrato para trabajar en el campo. La crisis ha obligado a reducir costes, que han conllevado a recortes de plantilla, sobre todo de mujeres, cuyas contrataciones han bajado cerca de un 10% a lo largo de este año.
“Ha habido un 10% menos de contratación y de incorporación de mujeres en el campo”, ha confirmado a ARAGÓN PRESS el presidente de Asaja Aragón, José Manuel Cebollada, quien atribuye los recortes de la mano de obra “al problema de los precios del sector”.
Temen que la situación no mejore en un futuro próximo, por lo que las contrataciones de mujeres podrían seguir reduciéndose. “Ojalá me equivocara, pero la tendencia es que siga yendo hacia abajo, y si la situación no se arregla, lo vemos complicado”, ha dicho.
La reducción de contrataciones, sin embargo, no significa que haya disminuido la presencia de mujeres en el campo, sino que cada vez son más las que trabajan pero sin estar contratadas. De ello alertan desde la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar), cuya presidenta en Huesca, Micaela Viñas, recuerda que una de sus principales demandas es que las agricultoras tengan mayor reconocimiento laboral. “La mujer que trabaja hoy en el campo no es titular de nada, es el marido, y lo que pedimos es que se nos reconozcan derechos propios, como a cualquier trabajadora”, asevera Viñas.
De hecho, Amfar ya ha presentado al Gobierno central una serie de propuestas con sus reivindicaciones, entre las que se incluye regularizar la situación laboral de las agricultoras y ofrecerles incentivos para que se queden en el campo. “Hay muchos matrimonios que tienen fincas y que se van a la ciudad. Allí las mujeres trabajan y los maridos van y vienen al campo, y entonces se pierde gente en los pueblos”, explica la presidenta de Amfar Huesca.
Se estima que entre 5.000 y 10.000 féminas dedican su vida al campo en Aragón, lo que puede representar el 15% de los empleados en el sector. Hombres y mujeres coinciden en definir a la mujer como una pieza clave para que el medio rural no se abandone.
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