DETALLE DE NOTICIA
        
               
        04/02/2013 
                    
                            Las mujeres ocupan solo el 4% de los empleos de la pesca extractiva gallega                         
                        
                                                    
                            
                                Galicia cuenta con 513 marineras que faenan en el caladero nacional                            
                             
                        
                        
                        
                            MANUEL BARRAL. Faro de Vigo. La pesca extractiva en Galicia -considerando únicamente la captura de especies desde embarcación y excluyendo el marisqueo- es un sector muy masculinizado en el que la presencia de las mujeres es casi testimonial. 
Al contrario de lo que ocurre en el marisqueo, donde ellas copan el 90% de los empleos, en la pesca la mayoría de los trabajadores son varones. De los 12.552 profesionales que se dedican a esta actividad en la comunidad gallega, 12.034 son hombres (el 96%) y solo 518 mujeres (el 4%), según los datos de la Encuesta sobre la población ocupada en los sectores de pesca y de la acuicultura marina en Galicia (Ocupesca), publicada recientemente por la Consejería de Medio Rural y de Mar.
La presencia femenina es mayor entre la flota que faena en el caladero nacional -la que realiza mareas de menos de 24 horas, con lo que no hace vida a bordo-, con 513 mujeres y 9.468 hombres, para un total de 9.981 trabajadores.
 
Mientras, las marineras que faenan en barcos de pesquerías comunitarias se reducen a solo cinco, frente a 1.244 hombres, con un total de 1.249 empleos. Los gallegos que trabajan en embarcaciones de caladeros internacionales, por su parte, son todos varones, un total de 1.322.
Precisamente, el proyecto Redmar -en el que participan los armadores gallegos, sindicatos y la Administración- pretende acabar con la ausencia de mujeres en la flota de gran altura y para ello ha promovido el embarque -que se produjo la semana pasada- de una bióloga, Ascensión Fernández, en un arrastrero del Atlántico Noroeste (NAFO) durante toda una marea. La bióloga, que permanecerá a bordo unos tres meses, deberá evaluar, documentar y analizar las posibilidades y obstáculos para que las mujeres puedan enrolarse en el futuro en embarcaciones de la flota de altura.
Uno de los mayores problemas que se encuentran las mujeres para trabajar en este tipo de pesqueros es que, la mayoría, no están adaptados a sus necesidades y el diseño y estructura están pensados únicamente para la vida a bordo de varones. El objetivo del proyecto Redmar es buscar las deficiencias y posibles mejoras en el diseño de las embarcaciones de altura para que la vida a bordo deje de ser un handicap para las mujeres.
                            
                                                        
                        
                        
                        
						
						
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