OPINIÓN AMFAR
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Ángela Ormeño, rehalera y perrera
05/04/2017 EDUARDO COCA (Cazador y escritor)

En el Diccionario del Español Jurídico, para el que su director Santiago Muñoz Machado me encargó seleccionar el léxico cinegético, defino rehalero como «quien posee una rehala por afición o para alquilarla en las monterías y batidas, la conduzca él mismo como perrero o lo haga un tercero aficionado o como asalariado sometido al derecho laboral y de Seguridad Social»; y perrero, como «quien custodia o tiene a su cargo los perros de caza, y más en concreto los de rehala, encargándose de su conducción y manejo en monterías y batidas. En la actualidad y por acomplejamiento del mentor, nunca del mentado, se tiende a llamarle podenquero, que es afición u oficio diferente». Y es que, en efecto, los podenqueros tienen a su cargo los podencos o cazan con ellos, sobre todo sin armas, pero no equivalen a los perreros, pues las rehalas no son solo de podencos y en muchas no hay ningún ejemplar de esa raza.

 

El 4 de marzo se celebró en Viso del Marqués una jornada sobre «Mujer y caza» organizada por Amfar con presencia de Ana Belén Parra, presidenta local, y Lola Merino, presidenta provincial y nacional. Participamos cuatro ponentes: un servidor, que habló de caza, desarrollo rural y sostenibilidad; Jaime Hurtado, gerente de la Asociación Interprovincial de Carne de Caza, que nos explicó cómo funciona Asisccaza; y José Manuel Huertas, propietario del restaurante La Abuela Cándida, que contó la evolución de sus prestigiadas empresas familiares de gastronomía y tratamiento de piezas de caza. Las organizadoras del acto reservaron para cierre a Ángela Ormeño, continuadora en Fernán Caballero de la actividad de su padre, tanto en la tenencia de rehalas como en su manejo.

 

No es que yo ignore que hay mujeres perreras, tonto sería, pero las condiciones de Ángela la singularizan. Por lo pronto, esa nota hereditaria de su dedicación desde temprana edad, sabida mantener con los años y el cambio de circunstancias en su vida. La entrega a los perros no es en ella una aventura de juventud. Qué va. Hoy es una mujer adulta y madre de familia que simultanea su trabajo en una entidad financiera con estar todo el año al tanto de sus canes, de su cuido, alimentación y limpieza, también de su entrenamiento, del apareamiento para el renuevo y de instruir a los cachorros. Además, es la que guía el vehículo de los «animales vivos». Por si fuera poco, goza de amena charla y expone de maravilla sus experiencias al auditorio. Fue el atractivo principal del evento, que solo con ella se hubiera justificado.

 

Entre sus anécdotas, me quedé con la de un montero que le debió dirigir comentarios machistas en los preludios de la suelta y Ángela no pudo hallar respuesta más oportuna: «Átese los zahones y sígame». No hubo aceptación del sabihondo macho, cazador de puesto en catrecillo con horquilla, prismáticos y cámara. Ni previo ensayo cabía más feliz salida. Nos puso en pantalla algunas fotos y nada faltaba de lo característico de un perrero a ciencia y conciencia: ascensos por pedrizas, cruces de montarrales, remates de cochinacos y venadazos, suturas de navajazos en medio de la mancha…

 

Saqué de la velada una conclusión clara: hace Ángela por la igualdad de la mujer más de lo que otros hagamos con mil ponencias teóricas, no digo ya con mil incorrecciones gramaticales de esos cansinos «ellos y ellas» o «los y las», al borde de volver insoportables las conversaciones entreveradas de la tontada de moda que, en vez de exaltar, ridiculiza el feminismo mitinero de cascarilla. Hay mucha palabrería sobre lo que las mujeres tienen que hacer por su igualdad con el varón, cuando el camino no es quedar para desollar conejos y enfusar chorizos de los jabalíes que dieron placer al marido, sino apuntarse a lo mismo: empuñar armas, ojear, gobernar recovas, guardar cotos, guiar a cazadores, elaborar planes técnicos, etc. Si hombres y mujeres son iguales para la ley absolutamente en todo, ¿cómo no en prácticas y tareas cinegéticas? La mujer sirve para lo que el hombre, no porque lo diga la Constitución sino porque lo establece la naturaleza. Cuando en una junta digamos «los perreros» y haya mitad hombres y mitad mujeres habremos conquistado la igualdad. Cuando digamos «los perreros y las perreras» y haya nueve hombres y una mujer, la desigualdad será manifiesta y la expresión ridícula.

 

Lástima no ser organizador de monterías para que no me faltase a ninguna nuestra bizarra elogiada —también de agradable relación y buen carácter—, no como exotismo o curiosidad, sino para demostración de lo que es una dama hablando de tú a tú a los galanes cazadores que se tengan por más viriles. Mi felicitación, chiquilla. Fue una suerte oírte y compartir contigo. Y me vino de pronto la necesidad de darlo a conocer a todos los que quieran leerlo y entenderlo. Espero que sean muchos y que a ti te guste. ¡Hurra!

 

(Revista TROFEO, núm. 563, abril 2017, pág. 60)

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La mujer rural y su evolución estos últimos años
09/01/2017 LAURA MARTíN (Agricultora)

¿Nos hemos parado a pensar cómo ha evolucionado la mujer rural en estos últimos años? En esta época, Navidad, solemos hacer balance de las venturas y problemas que hemos tenido. También nos acordamos de quien no está o está lejos, la mujer rural tal y como la conocemos está lejos de aquellas que fueron.

Atrás quedan los años en los que la mujer no tenía casi remuneración por su trabajo, y muchísimo menos se les reconocía su labor y valía. No solo tenían largas jornadas en el campo sino que al llegar a casa seguían con sus tareas y cuidaban de los hijos, llegando incluso en ocasiones a tenerlos que llevar a la explotación agrícola o ganadera, por no poder dejarlos en casa.

En estos años era impensable que una mujer estuviera al frente de una explotación, ya que en aquellos momentos su opinión ni siquiera tenía trascendencia. Se valoraba muy poco su labor y quizás ellas eran las que llevaban todo el peso tanto familiar como empresarial. Hoy en día, reflexiono y veo como las mujeres rurales hemos evolucionado y muchas de nosotras estamos al frente de nuestra propia explotación, mujeres con formación académica, idiomas, tecnológica, etc. Atrás quedan los años que la mujer no tenía voz en el campo.

Aun así creo que queda mucho trabajo por hacer y para eso es necesario reivindicar nuestros derechos e intereses. A día de hoy existen asociaciones que velan por los intereses de la mujer rural, como es el caso de AMFAR, es una de las que más ha defendido a nuestras mujeres rurales y es de las que más ha trabajado por introducir la titularidad compartida dentro de las explotaciones.

Así que, para finalizar os invito a todos vosotros a que penséis en vuestras madres y abuelas, en vuestras tías y bisabuelas, que llevaban el peso de la gestión económica familiar y además trabajaban muy duro en el campo. Os animo a pensar cómo fue la vida para ellas y como es ahora para aquellas mujeres que quieren hacer del medio rural su forma de vida.

Os deseo felices fiestas, en especial a todas esas mujeres rurales que se levantan al amanecer, llegan a casa y siguen trabajando.

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‘Tenemos una deuda pendiente con las víctimas’
25/11/2016 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)

‘Española, 43 años de edad, madre de un menor, residente en un pequeño municipio, maltratada física y psicológicamente desde hace mucho tiempo, nunca denunció a su pareja’.

Este es el perfil de las mujeres que han sido asesinadas este año por sus cónyuges o ex parejas, 15 mujeres rurales que dejan a una decena de niños huérfanos que se hacen la misma pregunta que nosotros, ‘¿Por qué papá ha matado a mamá?’.

Hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia que se ejerce contra las Mujeres, se publicarán estadísticas, se hará un repaso a las medidas adoptadas por las administraciones competentes, se harán análisis, se escucharán testimonios de quienes han sobrevivido a esta barbarie, pero no debemos quedarnos sólo en los datos porque las víctimas no son números, tienen nombre y apellidos, son mujeres con las que todos tenemos una deuda pendiente.  

Debemos trabajar para cambiar mentalidades, debemos remover todos los obstáculos que ocultan e incluso alientan este tipo de violencia, debemos comprometernos en la denuncia de la violencia en cada una de sus manifestaciones, en definitiva, todos, hombres y mujeres, asociaciones, tejido empresarial, instituciones públicas y privadas, colegios, universidad, profesores, alumnos, fuerzas de seguridad del Estado, policía local… Todos y cada uno de nosotros debemos comprometernos para acabar de una vez con esta lacra indigna de una sociedad democrática y moderna.

Las mujeres que viven en los pueblos son más vulnerables, la violencia de género es más silenciada, existen menos recursos, mayor dificultad para el cumplimiento de las medidas, mayor escarnio público, más miedo, mayor vergüenza… un sinfín de obstáculos sociales y psicológicos que dificultan desde el reconocimiento hasta la interposición de la denuncia.

AMFAR trabaja de forma incansable para que las mujeres maltratadas en el ámbito rural tengan acceso a las mismas oportunidades y recursos que el resto a la hora de denunciar. El desarrollo de campañas informativas y formativas está siendo fundamental para que se pierda el miedo a dar ese paso, nuestro asesoramiento y apoyo está permitiendo que muchas mujeres maltratadas vean la luz al final del túnel.

No veamos como normal algo que no lo es, reprobemos cualquier actitud que denigre a la mujer por el mero hecho de serlo, el maltrato nunca está justificado, eduquemos a nuestros hijos en la construcción de relaciones basadas en el respeto y en la igualdad.

Nuestra mano está tendida, nuestras puertas siempre abiertas. No estáis solas, hay salida, denuncia.

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Mujer Rural "China - chana"
01/12/2015 CHELO AZNAR (Presidenta AMFAR Zaragoza)

En Aragón China-chana viene a decirnos algo así como  “pasito a pasito”, pues …así, así es, como las mujeres rurales han ido disipando esa niebla intensa que las separaba del resto del mundo y nos han dejado un camino un poco más despejado, en el que tenemos que seguir trabajando y así dejarles a nuestras hijas algo más de visibilidad en el horizonte.

Es importante valorar nuestro pasado para entender nuestro presente y esforzarnos por mejorar el futuro.

Quisiera manifestar mi más sincero reconocimiento al papel que nuestras antecesoras han desarrollado y vienen desarrollando en el medio rural como agentes dinamizadores y elementos clave para todo el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.

Las mujeres mayores han contribuido con su esfuerzo y su trabajo a mantener el sector agrario.  A ellas les debemos también la protección, el mantenimiento y conservación de la riqueza de nuestras costumbres y tradiciones culturales, muchas veces en silencio y permaneciendo invisibles.

Ahora con el cambio generacional hay que reconocer a la mujer joven y a ese liderazgo heredado que la caracteriza, mujeres que están luchando contra las barreras que aún mantienen a la mujer en un segundo plano, enfrentándose a prejuicios que le dificultan el acceso a puestos de responsabilidad en cooperativas, comunidades de regantes….Mujeres que se han preparado para emprender y ponerse al frente de  nuevos proyectos contribuyendo así  a la diversificación de la economía en el medio rural. La mujer rural es el alma para frenar la despoblación y garantizar la continuidad en todos los sectores, (agricultura, ganadería, servicios sociales, sanidad, hostelería, comercio, artesanía, estética etc)

El perfil de la mujer rural está cambiando, el número de mujeres universitarias es el doble que el de los hombres. Ahora está más y mejor formada, tiene ansias de superación y busca su independencia y autonomía.

Destacaré  algunos  datos que  considero significativos y muy descriptivos de la situación de la mujer rural hoy en Aragón.

En España las mujeres son casi 5 millones, el 15% de la población total.

El 30% de la población femenina de Aragón, unas 200.000 mujeres, vive en el medio rural, de  estas, el  39,6% lo hacen de   mano  de obra  agraria  en  explotaciones  familiares  y suponen el 28,5% de los titulares de las explotaciones agrarias. 

Sin su participación sería inviable el mantenimiento de la actividad agraria y ganadera en España.
Ante las dificultades de inserción laboral y  tras impedimentos como el parón que supone la maternidad, los problemas para conciliar la vida laboral con la familiar, o la pérdida del trabajo; el autoempleo y el emprendimiento se alzan como alternativas razonables para el colectivo de mujeres que apuestan, cada vez más, por convertirse en sus propias jefas. En el caso de Aragón y según datos de 2013, el 35% de los empresarios de la Comunidad son mujeres y que el 68% de los alojamientos rurales son regentados por ellas. Además el 70% de los emprendedores del pasado año fueron mujeres.

Amfar Zaragoza trabaja junto con la administración en fomentar planes y programas que promuevan la igualdad de oportunidades, como la mejor forma de que la mujer vaya acercándose de manera firme y decisiva  hacia la deseada equiparación. En materia de economía, es importante aumentar la empleabilidad y el emprendimiento de las mujeres y la calidad del empleo. Hay que mejorar las infraestructuras favoreciendo la movilidad interterritorial, la innovación tecnológica y promover la corresponsabilidad social.

Frente a las desigualdades que padece la mujer en el medio rural en la sociedad del siglo XXI, desde Amfar se pretende apoyar las iniciativas para eliminar del medio rural los reductos de silencio, de malos tratos o de conductas discriminatorias.

Destacar el papel de la mujer y la necesidad de garantizar su pervivencia en el mundo rural, o mejor dicho……para garantizar la pervivencia del mundo rural.

 

Todo esto ….. “china-chana”   

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En el mundo rural también hay salida, denuncia
24/11/2015 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
Coincidiendo con el Día Mundial contra la Violencia que se ejerce hacia las Mujeres, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), quiere alzar su voz contra esta lacra que constituye el testimonio más evidente de desigualdad entre mujeres y hombres. Una lacra contra la que todos (hombres y mujeres, jóvenes y adultos, familias y asociaciones, instituciones y administraciones) debemos luchar con todas nuestras fuerzas. En el mundo rural, este problema es aún más acuciante. En nuestros pueblos, en el medio rural español, la violencia de género es una violencia callada y silenciosa, las mujeres tienen miedo a denunciar y, en muchos casos, les frena ‘el qué dirán’, lo que lamentablemente dificulta su prevención. De las 48 víctimas mortales que la violencia de género ha provocado en este 2015, el 46% procedían de núcleos rurales. 48 mujeres que vieron truncado su proyecto de vida a causa de la barbarie machista; 48 razones para que todos nos impliquemos en esta feroz batalla de concienciar a las mujeres que la sufren que no aguanten ni un minuto más, que deben denunciar, que no están solas y que hay salida. Estas 48 muertes son la consecuencia más negativa de un grave problema social que nos incumbe a todos. Cabe recordar que la violencia de género se manifiesta de formas diferentes. Violencia de género son los malos tratos físicos y psicológicos, también las agresiones sexuales, la trata de mujeres, la explotación sexual o la mutilación genital femenina. A todo ello, se suma ahora el acoso a través de internet, de la que también son víctimas muchas mujeres, cada vez de menor edad, que se ven anuladas completamente. En este sentido, conviene tener en cuenta otro aspecto especialmente alarmante. Según un reciente estudio, el 90% de los jóvenes reconoce haber ejercido algún tipo de violencia psicológica sobre su pareja. Un dato que nos indica que algo está fallando y que debemos actuar de manera más contundente, desde la base, trabajando más a fondo con los niños y jóvenes, en las aulas y fuera de ellas. Los profesores y los padres tenemos una misión muy importante en este sentido, y debemos comprometernos de forma firme para sensibilizar y educar en igualdad y desde el respeto. Nuestras hijas e hijos deben aprender que querer a alguien no es sinónimo de controlar a una persona y tienen que estar preparados para detectar los síntomas de la violencia de género y dar la voz de alarma cuando esto suceda. Desde AMFAR, llevamos a cabo actividades y programas para sensibilizar contra la violencia de género y prevenir conductas violentas. Hemos realizado talleres para prevenir el abuso sexual en el medio rural, para usar correctamente las redes sociales y para informar de los recursos disponibles en nuestros municipios para atajar la violencia de género, además de trabajar en coordinación con el Instituto de la Mujer y el Ministerio de Igualdad. Estoy convencida de que los resultados obtenidos serían mucho más positivos si lográramos implicar al 100% de la sociedad española contra esta lacra social. El hecho de que la mayoría de los hombres no sientan como suyo este problema, ralentiza la solución. Por ello, hoy 25 de noviembre, instamos a todos, pero especialmente a los varones, al 50% de la población, a sumarse a esta lucha con el fin de avanzar más rápido y que no haya que lamentar más muertes. Todos juntos podemos conseguir que este día deje de ser una fecha a tener en cuenta en el calendario. Hagámoslo posible. Actuemos.
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Avanzar en igualdad
15/10/2015 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
Octubre es el mes de las mujeres rurales. El día 15 celebramos el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha marcada en nuestro calendario y que nos obliga a detenernos al menos un momento. De hecho, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) fue pionera en conmemorar una cita que permite poner el foco sobre un colectivo de casi 6 millones de mujeres, que representan el 48,9 por ciento de la población que vive en las zonas rurales españolas. Si tuviéramos que trazar un perfil de las mujeres rurales, éste responde al de una mujer trabajadora, casada, con hijos y con una media de edad de 55 años. Además, ella es la principal encargada del cuidado de los dependientes del hogar: niños, mayores, enfermos y discapacitados. Una actividad que compagina, en la mayoría de casos, con el mantenimiento de su negocio o de la explotación familiar agraria. La experiencia nos ha demostrado que las mujeres rurales juegan un papel clave en la cohesión y vertebración del territorio, así como en la diversificación de la actividad económica. Una realidad que AMFAR hace visible desde sus primeros pasos en 1991, denunciando las discriminaciones que sufre este colectivo, al tiempo que construye una base de herramientas formativas, informativas y de participación sobre todas aquellas cuestiones que preocupan y afectan a la mujer. En este camino, AMFAR ha conseguido importantes logros como la aprobación de la Ley de Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias que reconoce la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre. Sin embargo, para avanzar en igualdad es preciso impulsar la participación de la mujer rural en la vida pública de sus pueblos. Desde AMFAR reclamamos por ello una política de desarrollo rural sostenible e integrada, que tenga en cuenta explícitamente a la mujer, su necesidad de formación y su capacidad de emprendimiento. Sólo así se conseguirá frenar el despoblamiento y el envejecimiento que afecta a muchas de nuestras comarcas, agravados por el crecimiento de la brecha salarial entre géneros. Un problema que no es el único al que se enfrentan las mujeres. Mes a mes, comprobamos los desgarradores datos que deja la violencia de género. Una lacra que ya ha arrebatado la vida a 24 mujeres, de las que el 43 por ciento de sus víctimas mortales son mujeres que residían en el ámbito rural. Estadísticas, que pese a los avances realizados en los últimos años, nos obligan a no cesar en nuestro empeño por desterrar un problema que dificulta el desarrollo integral de la mujer y de nuestra sociedad. Una lucha hacia la igualdad que no es posible sin igualdad de oportunidades. Trabajemos por el reconocimiento de nuestra propia valía, de nuestros derechos, aprovechando los caminos que nos marcan nuestra formación y experiencia.
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La Navidad, antesala de un año esperanzador
23/12/2014 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
Presidir una organización nacional de mujeres rurales como AMFAR, me lleva necesariamente a valorar el 2014 como un año complicado, pero en el que, gracias al esfuerzo de las mujeres y los hombres del campo, vamos a cerrar con grandes retos cumplidos. Debemos aplaudir el talento mostrado por el sector agrario, un sector estratégico que ha sabido afrontar la dura situación económica con una brillante iniciativa empresarial en la apertura de nuevos mercados internacionales. De tal forma que cerraremos este 2014 con una participación del sector agroalimentario en el conjunto del comercio exterior de un 17% en las exportaciones, situándose incluso por delante del sector del automóvil. Unos datos que ponen de relieve el espíritu emprendedor de las mujeres y los hombres del campo, que han sabido buscar las fórmulas necesarias para contribuir a su propia recuperación económica y a la de nuestra sociedad, convirtiendo a España en el octavo país exportador del mundo en productos agroalimentarios y el cuarto de la Unión Europea. No debemos olvidar el importante papel que ha jugado la nueva ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en este empuje económico del sector, en el que su papel negociador ante las instituciones europeas ha sido clave para la generación de confianza y seguridad entre las mujeres y hombres del campo español. En Castilla La Mancha el horizonte rural y agrario también se presenta alentador, ya que contamos con instrumentos e incentivos para continuar en la senda de la recuperación. Por una parte, hemos recibido con alegría el aumento de presupuesto, hasta alcanzar los 22 millones de euros, para atender todas las solicitudes de jóvenes que quieren incorporarse al sector agrario. Una buena noticia, ya que las mujeres y los jóvenes son ahora más que nunca necesarios para garantizar la supervivencia de un sector aquejado por el envejecimiento, ya que el 42% de nuestros agricultores y ganaderos tienen más de 65 años. Por otra parte, el Programa de Desarrollo Rural de Castilla La Mancha contará con 1.147 millones de euros procedentes de la Unión Europea, en el que se primará la participación femenina en materia de innovación, formación y creación de empresas. Una relación de medidas a las que hay que sumar la creciente iniciativa emprendedora de las mujeres rurales, que es la que mejor encaja en el nuevo modelo de las políticas de desarrollo rural. AMFAR ha convertido el emprendimiento de las mujeres en uno de sus objetivos principales en este 2014, ya que el campo y el mundo rural se presentan como una verdadera oportunidad de negocio viable y su implantación supondrá la fijación de población, la generación de empleo, y la independencia económica de las mujeres a través de la diversificación de actividades, en un proceso que debe estar integrado en el entorno, endógeno y sostenible. AMFAR tiene claro que la clave del emprendimiento pasa por ofrecer a las mujeres formación, información y de manera específica, autoestima. Sin olvidar las herramientas necesarias para que puedan conciliar su vida familiar, personal y laboral, y no poner en peligro su espíritu emprendedor. No quisiera terminar este artículo de opinión sin animarles a que disfruten de la Navidad en compañía de sus familiares y amigos consumiendo nuestros excelentes productos agroalimentarios. En nosotros, también reside la responsabilidad de proteger nuestra agricultura, compartiendo en nuestras mesas alimentos de la tierra, que son de excelente calidad. Mis mejores deseos en estas fechas navideñas. Que el amor, la amistad y la solidaridad sean los sentimientos que guíen nuestras acciones en estos días tan señalados. Feliz Navidad y próspero año 2015
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25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
24/11/2014 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer deja año tras año unas cifras escalofriantes. 45 mujeres han sido asesinadas en España a mano de sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, más de 757 víctimas en la última década, y una interminable lista de familiares, amigos y vecinos consternados y abatidos por esta lacra social, que es la máxima expresión de discriminacion que afecta mayoritariamente a las mujeres. Desde la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) hemos condenado este tipo de violencia en reiteradas ocasiones. Hemos salido a la calle, leído manifiestos, guardado minutos de silencio e impartido jornadas informativas en todos los rincones de nuestra geografía nacional, y todo ello con el único objetivo de erradicar la violencia de género. Sin embargo, todo esfuerzo es poco para combatir esta lacra social, que no diferencia a las víctimas por su estatus social, ni por su edad, religión o nacionalidad. Estudios del propio Ministerio de Igualdad evidencian que la violencia de género permanece más invisible en el medio rural, y desde AMFAR hemos comprobado que efectivamente, las mujeres que residen en municipios pequeños, encuentran más obstáculos a la hora de denunciar y vencer las barreras que les permitan dar la voz de alarma para empezar a salir de esa situación. Es en este terreno en el que desempeñamos nuestra labor de asesoramiento y apoyo, y en el que AMFAR trabaja desde hace años para que la información llegue a cualquier población, por pequeña que sea, y que todas las mujeres, rurales o urbanas encuentren las mismas oportunidades y herramientas en la lucha contra la violencia de género. Eduquemos a nuestros menores y a nuestros jóvenes, concienciemos a los adultos y animemos a las víctimas a perder el miedo a la denuncia, o a recurrir a organizaciones de mujeres como AMFAR, que luchan desde hace muchos años para ayudar a las mujeres que se han visto envueltas en cualquier tipo de situación de violencia. Para concluir quiero recordar que, pese a que el 59% de las mujeres asesinadas este año en España residían en el ámbito rural, existen otras cifras que nos permiten enviar un mensaje alentador: el 70% de las mujeres consiguen salir de la espiral de la violencia. Confiemos en que esta cifra siga aumentado, gracias al esfuerzo, la concienciación y el apoyo de todos.
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15 de octubre, Día Mundial de la Mujer Rural
13/10/2014 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
La IV Conferencia sobre la Mujer organizada por Naciones Unidas en Pekín en el año 1995 instauró el 15 de octubre como el Día Mundial de la Mujer Rural. AMFAR, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, que fue pionera en España en la celebración de esta efeméride en el año 1997, celebrará este 2014 su décimo séptima edición, para poner de relieve la importancia de las mujeres para el desarrollo rural de nuestro país. Para esta edición el lema central de será el liderazgo y el emprendimiento femenino. Para AMFAR, el empleo es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las mujeres del ámbito rural. Tener empleo es vital para que las mujeres, y fundamentalmente las más jóvenes, decidan quedarse a vivir en los pueblos, y por tanto, garantizar la supervivencia de los entornos rurales. Nuestra sociedad rural está fuertemente envejecida y masculinizada, de hecho, los mayores de 65 años en las zonas rurales doblan a la media nacional. Concretamente, uno de cada seis habitantes rurales tiene más de 70 años, una cifra que se hace más extrema cuanto más pequeño es el núcleo de población. La media de edad de las mujeres rurales ronda los 55 años y cada vez nacen menos niños y se tienen más tarde. Además de ser más numerosos los mayores y personas dependientes que requieren cuidados sanitarios y atención especializada. Con este panorama queda clara la importancia que ocupa que las mujeres decidan emprender y buscar su propia salida laboral, algo que ya está sucediendo. Tanto es así, que a nivel nacional, el 40,63% del total de las altas netas registradas en el primer semestre de 2014 en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos corresponde a mujeres. Analizando estos datos, podemos afirmar que las mujeres están asumiendo nuevas responsabilidades y también nuevos riesgos, emprendiendo, poniéndose al frente de negocios, ayuntamientos, cooperativas, explotaciones o industrias agroalimentarias. Y es aquí, en el sector agrario, en el que debemos hacer mayor hincapié. Hemos de poner todo nuestro empeño en favorecer el relevo generacional en el campo, en la incorporación de jóvenes y mujeres, ya que ellas deben ser las protagonistas del sector. Según el último censo agrario de 2009, el 24% del total de jefes de explotación en España son mujeres. Un sector que lentamente va acogiendo mayor presencia femenina, pero en el que debemos implicarnos más para garantizar su futuro, ya que el sector agrario sólo ocupa a un 2% del total de mujeres empleadas en España, y que sólo el 0,3% de ellas son menores de 25 años. Según cifras de la Comisión Europea de 2010, sólo un 5% de los agricultores españoles tiene menos de 35 años, mientras que el 55% es mayor de 55 años, sin olvidar que para 2020 hay previstas 4,5 millones de jubilaciones en el campo. Es necesario destacar que pese a que el ámbito rural español abarca un 90% del territorio, en él viven casi seis millones de mujeres rurales, que representan la tercera parte de la sociedad española femenina. Ellas son las depositarias del futuro de nuestros territorios, son los verdaderos agentes sociales y de desarrollo rural, y debemos volcarnos para que encuentren respuesta a sus carencias, a sus ideas y proyectos, y sobre todo para garantizar su bienestar y en consecuencia, el de toda la población rural de nuestro país. Vaya por delante mi reconocimiento a los casi seis millones de mujeres rurales españolas que día a día sacan adelante sus hogares, sus negocios y lo más importante, sus municipios. Desde AMFAR os rendimos al más merecido homenaje a todas las mujeres rurales españolas.
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La aspiradora de Page
09/09/2014 LOLA MERINO (Presidenta de AMFAR)
A lo largo de la historia, las mujeres hemos sorteado gran cantidad de dificultades para lograr alcanzar una plena igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades, que fuese reconocida jurídicamente. Pero por mucho que hayamos avanzado en este tiempo, las manifestaciones machistas de ciertos políticos socialistas siguen recordándonos que aún nos queda mucha labor pedagógica por hacer. Que debemos seguir trabajando para cambiar estas mentalidades que son inaceptables en pleno siglo XXI. Eso de... las mujeres nacidas para las labores domésticas, menos inteligentes que los varones o que son solo pura fachada... son algunas de las etiquetas que políticos del PSOE han utilizado para intentar denigrar a nuestra Presidenta, María Dolores de Cospedal, y por ende subestimar las capacidades que tenemos las mujeres. A finales de agosto, el alcalde de Toledo y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se convirtió en el ejemplo más reciente del machismo retrógrado que impera entre los socialistas, al afirmar que en el PP “no saben hacer nada sin la chacha”. “Lo cierto y verdad es que no pienso que Cospedal sepa pasar la aspiradora”, sentenció. Si quiso hacer una gracia, es obvio que no la tuvo y lo único que consiguió con ello es demostrarnos que su sentido del humor es tan rancio como su discurso político. No es digno de gobernar esta región quien piensa así de las mujeres que la habitan. ¿Qué dirección puede llevar una sociedad regida por un político como este señor que cree que las mujeres hemos nacido para ser chachas y pasar la aspiradora? ¿Que desprecia así a las mujeres que se dedican al trabajo doméstico, al cuidado de la casa y de la familia? ¿Cómo es posible que tengamos que escuchar estos despropósitos de boca de personas como García-Page, que no saben lo que es trabajar fuera de la política, ya que lleva viviendo de ella desde que hizo la mili? Estas bromas de pésimo gusto hieren a las mujeres, pero por desgracia, este pensamiento casposo es habitual en cargos socialistas. Recordemos las declaraciones misóginas de José María Barreda, entonces presidente de Castilla-La Mancha, que en un encuentro informativo con los periodistas comparó a Cospedal con la líder estadounidense, Sarah Palin, “Es pura fachada”. “No hay nada detrás”, dijo. El mismo que, ya lanzado, manifestó que esta región no podía ser gobernada por una mujer. Causa vergüenza y bochorno que haya políticos que traten así a las mujeres en el siglo XXI. Representantes de ciudadanos que dejan entrever sus ideas trasnochadas de rencor en contra de una igualdad que tanto ha costado conseguir. Por eso no es de extrañar que sean estos mismos señores los que cierren los centros de la mujer, como el de Ciudad Real, dejando a mujeres víctimas de la violencia de género sin asistencia y sin recursos. Ante estos comportamientos machistas, cada vez asombra menos el silencio de las que habitualmente enarbolan la bandera del feminismo más radical y que han optado por no manifestar la más mínima condena. Está claro que la servidumbre política les tira más que los fines que dicen defender. Ante ello, las mujeres no debemos dar un paso atrás, y por ello, aplaudo la iniciativa del Partido Popular de Castilla-La Mancha de sancionar las manifestaciones públicas de cargos políticos que atenten contra la igualdad de las personas, que tanto ha costado conseguir. Señor Garcia-Page, hay que pasar la aspiradora, pero no solo en los hogares, hay que pasarla también entre los políticos como usted que, con sus acciones, omisiones y bromas de mal gusto, ensucian esa noble actividad que es estar al servicio de los ciudadanos.
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