(Presidenta de AMFAR Cuenca) BEGOñA GARCíA
(Secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación ) CARMEN CANDA
(Presidenta de AMFAR Galicia) CHELO AZNAR
(Presidenta AMFAR Zaragoza) CRISTINA CLAVELL
(Presidenta de AMFAR Cataluña) EDUARDO COCA
(Cazador y escritor) LAURA MARTíN
(Agricultora) LOLA MERINO
(Presidenta de AMFAR) LUCíA MARTíN
(Comisión Ejecutiva Alianza Rural) MANUELA REDONDO LUIS
(Presidenta de AMFAR Valladolid) MARíA TERESA RESINA
(Presidenta de AMFAR Ávila) MARíA TERESA RESINA
(Presidenta de AMFAR Ávila ) MICHELLE BACHELET
(Directora ejecutiva de Naciones Unidas) MIGUEL ÁNGEL VALVERDE MENCHERO
( Presidente de la Diputación de Ciudad Real) ROSA PRUNA
(Presidenta de AMFAR Cataluña) VíCTOR YUSTE
(Director General Foro Interalimentario)

‘Española, 43 años de edad, madre de un menor, residente en un pequeño municipio, maltratada física y psicológicamente desde hace mucho tiempo, nunca denunció a su pareja’.
Este es el perfil de las mujeres que han sido asesinadas este año por sus cónyuges o ex parejas, 15 mujeres rurales que dejan a una decena de niños huérfanos que se hacen la misma pregunta que nosotros, ‘¿Por qué papá ha matado a mamá?’.
Hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia que se ejerce contra las Mujeres, se publicarán estadísticas, se hará un repaso a las medidas adoptadas por las administraciones competentes, se harán análisis, se escucharán testimonios de quienes han sobrevivido a esta barbarie, pero no debemos quedarnos sólo en los datos porque las víctimas no son números, tienen nombre y apellidos, son mujeres con las que todos tenemos una deuda pendiente.
Debemos trabajar para cambiar mentalidades, debemos remover todos los obstáculos que ocultan e incluso alientan este tipo de violencia, debemos comprometernos en la denuncia de la violencia en cada una de sus manifestaciones, en definitiva, todos, hombres y mujeres, asociaciones, tejido empresarial, instituciones públicas y privadas, colegios, universidad, profesores, alumnos, fuerzas de seguridad del Estado, policía local… Todos y cada uno de nosotros debemos comprometernos para acabar de una vez con esta lacra indigna de una sociedad democrática y moderna.
Las mujeres que viven en los pueblos son más vulnerables, la violencia de género es más silenciada, existen menos recursos, mayor dificultad para el cumplimiento de las medidas, mayor escarnio público, más miedo, mayor vergüenza… un sinfín de obstáculos sociales y psicológicos que dificultan desde el reconocimiento hasta la interposición de la denuncia.
AMFAR trabaja de forma incansable para que las mujeres maltratadas en el ámbito rural tengan acceso a las mismas oportunidades y recursos que el resto a la hora de denunciar. El desarrollo de campañas informativas y formativas está siendo fundamental para que se pierda el miedo a dar ese paso, nuestro asesoramiento y apoyo está permitiendo que muchas mujeres maltratadas vean la luz al final del túnel.
No veamos como normal algo que no lo es, reprobemos cualquier actitud que denigre a la mujer por el mero hecho de serlo, el maltrato nunca está justificado, eduquemos a nuestros hijos en la construcción de relaciones basadas en el respeto y en la igualdad.
Nuestra mano está tendida, nuestras puertas siempre abiertas. No estáis solas, hay salida, denuncia.

En Aragón China-chana viene a decirnos algo así como “pasito a pasito”, pues …así, así es, como las mujeres rurales han ido disipando esa niebla intensa que las separaba del resto del mundo y nos han dejado un camino un poco más despejado, en el que tenemos que seguir trabajando y así dejarles a nuestras hijas algo más de visibilidad en el horizonte.
Es importante valorar nuestro pasado para entender nuestro presente y esforzarnos por mejorar el futuro.
Quisiera manifestar mi más sincero reconocimiento al papel que nuestras antecesoras han desarrollado y vienen desarrollando en el medio rural como agentes dinamizadores y elementos clave para todo el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.
Las mujeres mayores han contribuido con su esfuerzo y su trabajo a mantener el sector agrario. A ellas les debemos también la protección, el mantenimiento y conservación de la riqueza de nuestras costumbres y tradiciones culturales, muchas veces en silencio y permaneciendo invisibles.
Ahora con el cambio generacional hay que reconocer a la mujer joven y a ese liderazgo heredado que la caracteriza, mujeres que están luchando contra las barreras que aún mantienen a la mujer en un segundo plano, enfrentándose a prejuicios que le dificultan el acceso a puestos de responsabilidad en cooperativas, comunidades de regantes….Mujeres que se han preparado para emprender y ponerse al frente de nuevos proyectos contribuyendo así a la diversificación de la economía en el medio rural. La mujer rural es el alma para frenar la despoblación y garantizar la continuidad en todos los sectores, (agricultura, ganadería, servicios sociales, sanidad, hostelería, comercio, artesanía, estética etc)
El perfil de la mujer rural está cambiando, el número de mujeres universitarias es el doble que el de los hombres. Ahora está más y mejor formada, tiene ansias de superación y busca su independencia y autonomía.
Destacaré algunos datos que considero significativos y muy descriptivos de la situación de la mujer rural hoy en Aragón.
En España las mujeres son casi 5 millones, el 15% de la población total.
El 30% de la población femenina de Aragón, unas 200.000 mujeres, vive en el medio rural, de estas, el 39,6% lo hacen de mano de obra agraria en explotaciones familiares y suponen el 28,5% de los titulares de las explotaciones agrarias.
Sin su participación sería inviable el mantenimiento de la actividad agraria y ganadera en España.
Ante las dificultades de inserción laboral y tras impedimentos como el parón que supone la maternidad, los problemas para conciliar la vida laboral con la familiar, o la pérdida del trabajo; el autoempleo y el emprendimiento se alzan como alternativas razonables para el colectivo de mujeres que apuestan, cada vez más, por convertirse en sus propias jefas. En el caso de Aragón y según datos de 2013, el 35% de los empresarios de la Comunidad son mujeres y que el 68% de los alojamientos rurales son regentados por ellas. Además el 70% de los emprendedores del pasado año fueron mujeres.
Amfar Zaragoza trabaja junto con la administración en fomentar planes y programas que promuevan la igualdad de oportunidades, como la mejor forma de que la mujer vaya acercándose de manera firme y decisiva hacia la deseada equiparación. En materia de economía, es importante aumentar la empleabilidad y el emprendimiento de las mujeres y la calidad del empleo. Hay que mejorar las infraestructuras favoreciendo la movilidad interterritorial, la innovación tecnológica y promover la corresponsabilidad social.
Frente a las desigualdades que padece la mujer en el medio rural en la sociedad del siglo XXI, desde Amfar se pretende apoyar las iniciativas para eliminar del medio rural los reductos de silencio, de malos tratos o de conductas discriminatorias.
Destacar el papel de la mujer y la necesidad de garantizar su pervivencia en el mundo rural, o mejor dicho……para garantizar la pervivencia del mundo rural.
Todo esto ….. “china-chana”







